Edicion / septiembre 10, 2024

Categoría: Misión Claretiana

CARTA PASTORAL DEL CELAM SOBRE ECOLOGÍA INTEGRAL (2018)

“DISCÍPULOS MISIONEROS CUSTODIOS DE LA CASA COMÚN. DISCERNIMIENTO A LA LUZ DE LA LAUDATO SI’”

36. Hacemos nuestras las preocupaciones de sacerdotes, religiosas, laicas y laicos de congregaciones, movimientos y diversas organizaciones que comparten la vida de las poblaciones aledañas a las actividades extractivas. Pues allí se percibe que “el cambio climático está haciendo más compleja la gestión del agua, ya que está provocando sequías más severas, ha acelerado el retroceso glaciar y aumentaría el nivel del mar, entre otros impactos. Esta situación es agravada por las actividades extractivas (minería e hidrocarburos en especial), que requieren la desaparición de la cobertura vegetal, en el área de tales proyectos, afectando ecosistemas donde se originan cursos de agua. Además, estas actividades consideran en gran medida la desaparición de cuerpos de agua, como lagunas, y pueden afectar incluso los cursos de agua subterránea y de los acuíferos, por la remoción de suelos, la profundidad de los tajos, la liberación de aguas ácidas y de relaves. […] Pese a todo ello, durante la vida útil del proyecto minero no se considera ninguna medida para compensar los impactos generados”.

37. En un continente que posee los acuíferos más abundantes del planeta, “las industrias extractivas internacionales y la agroindustria, muchas veces, no respetan los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de las poblaciones locales y no asumen sus responsabilidades. Con mucha frecuencia, se subordina la preservación de la naturaleza al desarrollo económico, con daños a la biodiversidad, con el agotamiento de las reservas del agua y de otros recursos naturales, con la contaminación del aire y el cambio climático …

39. La relación entre el cambio climático y la producción y distribución de alimentos es notoria. Asimismo, el alto grado de vulnerabilidad de los sectores más empobrecidos frente a los rigores del clima. Muchos de ellos se ven obligados a migrar. El desplazamiento forzado por la hambruna o por drásticos cambios en las condiciones de los ecosistemas, es una nueva faceta de la movilidad humana. “Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarle el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable”. Es un derecho fundamental que está por encima de cualquier emprendimiento económico.

83. Exhortamos a los Estados a administrar con justicia, prudencia y previsión el agua y los otros factores del ambiente que son ’bienes públicos’ y como tales contribuyen al bien común global. Es una tarea ineludible de los gobiernos “garantizar el destino universal de estos bienes» pues “el agua es un bien universal que es esencial para el desarrollo integral de los pueblos y para la paz”. La falta de agua potable pone en gran riesgo la vida y salud humana. El agua limpia y en cantidades satisfactorias es igualmente indispensable para el sostenimiento de los ecosistemas terrestres y acuáticos (ver LS 28) y para prevenir el avance del calentamiento de la tierra y del cambio climático. Como lo afirmaron los obispos de Ecuador en su carta pastoral: “Podemos vivir sin oro, pero sin agua, jamás”.

Documento completo: https://iglesiasymineria.org/wp-content/uploads/2018/03/CARTA-PASTORAL-CELAM-2018.pdf


CARTA PASTORAL DE LOS OBISPOS DE PANAMÁ SOBRE LA ECOLOGÍA INTEGRAL (2024)

QUERIDA PANAMÁ

9. En 2007, el papa Benedicto XVI nos recordaba que “la destrucción del ambiente, su uso impropio o egoísta y el acaparamiento violento de los recursos de la tierra, generan fricciones, conflictos y guerras, precisamente porque son fruto de un concepto inhumano de desarrollo”. Podríamos afirmar, con los hermanos de Red Eclesial Panamazónica – Repam, que la destrucción de la Casa Común es un pecado mortal ecológico (Encuentro de Repam – 2023), porque dicha destrucción es materia grave, se hace con plena conciencia y con mala intención, aunque se disfrace de posible beneficio.

10. En América Latina, “la destrucción del potencial productivo acontece a través del impacto social, cultural y medioambiental de los macro-proyectos de minería y energía, la privatización del agua, la introducción de modelos tecnológicos inadecuados y el devastador ritmo de extracción de recursos naturales”.

35. “Que los seres humanos (…) degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son pecados”. Porque “un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios”. ¿Es correcta esta situación? ¿Por qué a veces le “echamos la culpa” a Dios por castigarnos así? ¡Somos nosotros los que actuamos incorrectamente!

69. Siendo el agua más valiosa que el oro, urge que se legisle acerca del uso de ésta por parte de todos (particulares, empresas y gobierno), de manera que se asegure el agua potable a los miles y miles que no cuentan con ella […]. ¡El agua es un derecho humano! Tenemos agua en abundancia y suficiente para vivir con dignidad en el país (abundantes ríos y quebradas, lluvia en cantidad), pero quizás no sabemos administrarla ni usarla con corrección.

86. “Un ser humano que pretende ocupar el lugar de Dios se convierte en el peor peligro para sí mismo” (LD, 73). Hay que reaprender a mirar el agua, el aire, la tierra, los animales, las plantas, las personas y ser agradecidos como san Francisco. Nos sentimos comprometidos con la iglesia y con el pueblo; por eso, reiteramos nuestro anhelo: ¡que la economía nunca esté por encima de las personas!

Documento completo: https://www.humandevelopment.va/content/dam/sviluppoumano/chiese-locali/2024/querida-panama/Querida-Panama—carta-pastoral-sobre-la-ecologia-integral.pdf


REFLEXIÓN BÍBLICA

Génesis 29,1-14

Jacob se puso en marcha hacia el país de los orientales. De pronto divisó un pozo en el campo, y allí mismo tres rebaños de ovejas sesteando junto a él, pues de aquel pozo se abrevaban los rebaños. Sobre la boca del pozo había una gran piedra. Allí se reunían todos los rebaños: se revolvía la piedra de encima de la boca del pozo, abrevaban las ovejas y después colocaban la piedra en su sitio, sobre la boca del pozo. Jacob les dijo (a los pastores): «Hermanos, ¿de dónde sois?» Dijeron ellos: «Somos de Jarán» -«¿Conocéis a Labán, hijo de Najor?«. -«Lo conocemos» -«¿Se encuentra bien?» -«Muy bien; precisamente ahí llega Raquel, su hija, con las ovejas«. Dijo él: «Todavía es muy de día, no es hora de recoger el ganado; abrevad las ovejas e id a apacentarlas«. Contestaron: «No podemos hasta que se reúnan todos los rebaños y se retire la piedra de la boca del pozo. Entonces abrevaremos las ovejas«. Aún estaba él hablando con ellos, cuando llegó Raquel con las ovejas de su padre, pues era pastora. En cuanto vio Jacob a Raquel, hija de Labán, el hermano de su madre, y las ovejas de Labán, hermano de su madre, se acercó Jacob, retiró la piedra de la boca y abrevó las ovejas de Labán, el hermano de su madre. Jacob besó a Raquel y luego estalló en sollozos. Jacob anunció a Raquel que era pariente de su padre e hijo de Rebeca. Ella echó a correr y se lo contó a su padre. En cuanto oyó Labán hablar de Jacob, el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó y lo llevó a su casa. Entonces él contó a Labán toda esta historia, y Labán le dijo: «En suma, que tú eres hueso mío y carne mía«. Y Jacob se quedó con él un mes cumplido.

El pozo de agua es el lugar del encuentro de los pastores, las mujeres que necesitan el agua para los hogares, donde se entretejen las noticias y sobre todo las historias. El agua puede ser causa de peleas, sobre todo cuando escasea, pero cuando está Dios de por medio esta es fuente de vida, de continuidad de sus proyectos: que el hombre y la mujer se unan y vivan en paz con la creación. La ciudad tiene sus ritmos acelerados como el agua que corre por dentro de las cañerías. El mundo rural tiene otros ritmos más calmados, como agua de pozo que parece estática porque su movimiento viene de lo profundo, cristalina y pura agua del interior de la tierra. Quienes viven en la ciudad necesitan el mundo rural para detener su marcha, decantar las aguar revueltas y profundizar en ellas para poder ver su interior. Cuidar las fuentes de aguas, de donde surge, es cuidar los micro relatos, que uno solo parece insignificante pero unidos a los miles que existen crean la trama de la historia de Dios y la humanidad.


El agua bien común – voces de juventudes

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS PARTICIPANTES EN EL SEMINARIO «DERECHO HUMANO AL AGUA» ORGANIZADO POR LA PONTIFICIA ACADEMIA DE LAS CIENCIAS (2017)

Como leemos en el libro del Génesis, el agua está en el comienzo de todas las cosas (cf. Gn 1,2); es «criatura útil, casta y humilde», fuente de la vida y de la fecundidad (cf. San Francisco de Asís, Cántico de las Criaturas). Por eso, la cuestión que ustedes tratan no es marginal, sino fundamental y muy urgente. Fundamental, porque donde hay agua hay vida, y entonces puede surgir y avanzar la sociedad. Y es urgente porque nuestra casa común necesita protección y, además, asumir que no toda agua es vida: sólo el agua segura y de calidad, siguiendo con la figura de san Francisco: el agua «que sirve con humildad», el agua «casta», no contaminada.

Toda persona tiene derecho al acceso al agua potable y segura; este es un derecho humano básico, y una de las cuestiones nodales en el mundo actual (cf. Enc. Laudato si’, 30; Enc. Caritas in Veritate, 27). Es doloroso cuando en la legislación de un país o de un grupo de países no se considera al agua como un derecho humano. Más doloroso aun cuando se quita lo que estaba escrito y se niega este derecho humano. Es un problema que afecta a todos y hace que nuestra casa común sufra tanta miseria y clame por soluciones efectivas, realmente capaces de superar los egoísmos que impiden la realización de este derecho vital para todos los seres humanos. Es necesario otorgar al agua la centralidad que merece en el marco de las políticas públicas. Nuestro 2 derecho al agua es también un deber con el agua. Del derecho que tenemos a ella se desprende una obligación que va unida y no puede separarse. Es ineludible anunciar este derecho humano esencial y defenderlo —como se hace—, pero también actuar de forma concreta, asegurando un compromiso político y jurídico con el agua. En este sentido, cada Estado está llamado a concretar, también con instrumentos jurídicos, cuanto indicado por las Resoluciones aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas desde 2010 sobre el derecho humano al agua potable y al saneamiento. Por otra parte, cada actor no estatal tiene que cumplir sus responsabilidades hacia este derecho.

No es tarde, pero es urgente tomar conciencia de la necesidad del agua y de su valor esencial para el bien de la humanidad.

El respeto del agua es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos (cf. ibíd., 30). Si acatamos este derecho como fundamental, estaremos poniendo las bases para proteger los demás derechos. Pero si nos saltamos este derecho básico, ¿cómo vamos a ser capaces de velar y luchar por los demás?


CARTA ENCÍCLICA LAUDATO SI’ (2015)

SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN

27. Otros indicadores de la situación actual tienen que ver con el agotamiento de los recursos naturales. Conocemos bien la imposibilidad de sostener el actual nivel de consumo de los países más desarrollados y de los sectores más ricos de las sociedades, donde el hábito de gastar y tirar alcanza niveles inauditos. Ya se han rebasado ciertos límites máximos de explotación del planeta, sin que hayamos resuelto el problema de la pobreza.

28. El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es in- dispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos. Las fuentes de agua dulce abastecen a sectores sanitarios, agropecuarios e industriales. La provisión de agua permaneció relativamente constante durante mucho tiempo, pero ahora en muchos lugares la demanda supera a la oferta sostenible, con graves consecuencias a corto y largo término. Grandes ciudades que dependen de un importante nivel de almacenamiento de agua, sufren períodos de disminución del recurso, que en los momentos críticos no se administra siempre con una adecuada gobernanza y con imparcialidad. La pobreza del agua social se da especialmente en África, donde grandes sectores de la población no acceden al agua potable segura, o padecen sequías que dificultan la producción de alimentos. En algunos países hay regiones con abundante agua y al mismo tiempo otras que padecen grave escasez.

29. Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas. La diarrea y el cólera, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión de agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de mortalidad infantil. Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes. No pensemos solamente en los vertidos de las fábricas. Los detergentes y productos químicos que utiliza la población en muchos lugares del mundo siguen derramándose en ríos, lagos y mares.

30. Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso es- caso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable. Esa deuda se salda en parte con más aportes económicos para proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres. Pero se advierte un derroche de agua no sólo en países desarrolla- dos, sino también en aquellos menos desarrollados que poseen grandes reservas. Esto muestra que el problema del agua es en parte una cuestión educativa y cultural, porque no hay conciencia de la gravedad de estas conductas en un contexto de gran inequidad.

31. Una mayor escasez de agua provocará el aumento del costo de los alimentos y de distintos productos que dependen de su uso. Algunos estudios han alertado sobre la posibilidad de sufrir una escasez aguda de agua dentro de pocas décadas si no se actúa con urgencia. Los impactos ambientales podrían afectar a miles de millones de personas, pero es previsible que el control del agua por parte de grandes empresas mundiales se convierta en una de las principales fuentes de conflictos de este siglo. 23.

Documento completo: https://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html


EXHORTACIÓN APOSTÓLICA LAUDATE DEUM (2023)

A TODAS LAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD SOBRE LA CRISIS CLIMÁTICA

5. Por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes. Nadie puede ignorar que en los últimos años hemos sido testigos de fenómenos extremos, períodos frecuentes de calor inusual, sequía y otros quejidos de la tierra que son sólo algunas expresiones palpables de una enfermedad silenciosa que nos afecta a todos. Es verdad que no cabe atribuir de modo habitual cada catástrofe concreta al cambio climático global. Sin embargo, sí es verificable que determinados cambios en el clima provocados por la humanidad aumentan notablemente la probabilidad de fenómenos extremos cada vez más frecuentes e intensos. Por eso sabemos que cada vez que aumente la temperatura global en 0,5 grados centígrados, aumentarán también la intensidad y la frecuencia de grandes lluvias y aluviones en algunas zonas, sequías severas en otras, calores extremos en ciertas regiones y grandes nevadas en otras. Si hasta ahora podíamos tener olas de calor algunas veces al año, ¿qué pasaría con un aumento de la temperatura global de 1,5 grados centígrados, del cual estamos cerca? Esas olas de calor serán mucho más frecuentes y con mayor intensidad. Si llega a superar los 2 grados, se derretirían totalmente las capas de hielo de Groenlandia y de buena parte de la Antártida, con enormes y gravísimas consecuencias para todos.                                                       

7. Para ridiculizar a quienes hablan del calentamiento global, se acude al hecho de que suelen verificarse fríos también extremos. Se olvida que éste y otros síntomas extraordinarios no son más que diversas expresiones alternativas de la misma causa: el desajuste global que provoca el calentamiento del planeta. Tanto las sequías como las inundaciones, tanto los lagos que se secan como las poblaciones arrasadas por maremotos o desbordes, tienen en definitiva el mismo origen. Por otra parte, si hablamos de un fenómeno global no podemos confundirlo con eventos transitorios y cambiantes, que se explican en buena parte por factores locales.                

15. Algunas manifestaciones de esta crisis climática ya son irreversibles al menos por cientos de años, como el aumento de la temperatura global de los océanos, su acidificación y disminución de oxígeno. Las aguas oceánicas tienen una inercia térmica y se requieren siglos para normalizar la temperatura y la salinidad, lo cual afecta la supervivencia de muchas especies. Este es un signo entre tantos otros de que las demás criaturas de este mundo han dejado de ser compañeros de camino para convertirse en nuestras víctimas.                                   

16. Lo mismo hay que decir del proceso que lleva a la disminución del hielo continental. El derretimiento de los polos no podrá revertirse por cientos de años. En lo que respecta al clima, hay factores que siguen adelante durante mucho tiempo, independientemente de los hechos que los hayan desencadenado. Por esta razón, ya no podemos detener el enorme daño que hemos causado. Sólo estamos a tiempo para evitar daños todavía más dramáticos.            

19. Finalmente podemos agregar que la pandemia del covid-19 ha constatado la estrecha relación de la vida humana con la de otros seres vivientes y con el medio ambiente. Pero en especial ha confirmado que lo que ocurre en cualquier lugar del mundo tiene repercusiones en todo el planeta. Esto me permite repetir dos convicciones en las cuales insisto hasta el cansancio: “todo está conectado” y “nadie se salva solo”.

71. El esfuerzo de los hogares por contaminar menos, reducir los desperdicios, consumir con prudencia, va creando una nueva cultura. Este solo hecho de modificar los hábitos personales, familiares y comunitarios alimenta la preocupación frente a las responsabilidades incumplidas de los sectores políticos y la indignación ante el desinterés de los poderosos. Advirtamos entonces que, aun cuando esto no produce de inmediato un efecto muy notable desde el punto de vista cuantitativo, sí colabora para gestar grandes procesos de transformación que operan desde las profundidades de la sociedad.

Documento completo: https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/20231004-laudate-deum.html


EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL QUERIDA AMAZONÍA (2020)

AL PUEBLO DE DIOS Y A TODAS LAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD

14. A los emprendimientos, nacionales o internacionales, que dañan la Amazonia y no respetan el derecho de los pueblos originarios al territorio y a su demarcación, a la autodeterminación y al consentimiento previo, hay que ponerles los nombres que les corresponde: injusticia y crimen. Cuando algunas empresas sedientas de rédito fácil se apropian de los territorios y llegan a privatizar hasta el agua potable, o cuando las autoridades dan vía libre a las madereras, a proyectos mineros o petroleros y a otras actividades que arrasan las selvas y contaminan el ambiente, se transforman indebidamente las relaciones económicas y se convierten en un instrumento que mata. Se suele acudir a recursos alejados de toda ética, como penalizar las protestas e incluso quitar la vida a los indígenas que se oponen a los proyectos, provocar intencionalmente incendios forestales, o sobornar a políticos y a los mismos indígenas. Esto viene acompañado de graves violaciones de los derechos humanos y de nuevas esclavitudes que afectan especialmente a las mujeres, de la peste del narcotráfico que pretende someter a los indígenas, o de la trata de personas que se aprovecha de quienes fueron expulsados de su contexto cultural. No podemos permitir que la globalización se convierta en «un nuevo tipo de colonialismo»

43. En la Amazonia el agua es la reina, los ríos y arroyos son como venas, y toda forma de vida está determinada por ella: «Allí, en la plenitud de los estíos ardientes, cuando se diluyen, muertas en los aires inmóviles, las últimas ráfagas del este, el termómetro está substituido por el higrómetro en la definición del clima. Las existencias derivan de una alternativa dolorosa de bajantes y crecientes de los grandes ríos. Estos se elevan siempre de una manera asombrosa. El Amazonas, repleto, sale de su lecho, levanta en pocos días el nivel de sus aguas […]. La creciente es una parada en la vida. Preso entre las mallas de los igarapíes, el hombre aguarda entonces, con raro estoicismo ante la fatalidad irrefrenable, el término de aquel invierno paradójico, de temperaturas elevadas. La bajante es el verano. Es la resurrección de la actividad rudimentaria de los que por allí se agitan, de la única forma de vida compatible con la naturaleza que se extrema en manifestaciones dispares, tornando imposible la continuación de cualquier esfuerzo»                     

45. Es además la columna vertebral que armoniza y une: «El río no nos separa, nos une, nos ayuda a convivir entre diferentes culturas y lenguas». Si bien es verdad que en este territorio hay muchas “Amazonias”, su eje principal es el gran río, hijo de muchos ríos.

49. No es suficiente prestar atención al cuidado de las especies más visibles en riesgo de extinción. Es crucial tener en cuenta que en «el buen funcionamiento de los ecosistemas también son necesarios los hongos, las algas, los gusanos, los insectos, los reptiles y la innumerable variedad de microorganismos. Algunas especies poco numerosas, que suelen pasar desapercibidas, juegan un rol crítico fundamental para estabilizar el equilibrio de un lugar». Esto fácilmente es ignorado en la evaluación del impacto ambiental de los proyectos económicos de industrias extractivas, energéticas, madereras y otras que destruyen y contaminan. Por otra parte, el agua, que abunda en la Amazonia, es un bien esencial para la sobrevivencia humana, pero las fuentes de contaminación son cada vez mayores.

Documento completo: https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20200202_querida-amazonia.html




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