(QUITO)
Del 21 al 26 de febrero, se realizó en Quito la reunión ampliada de áreas y equipos de la Red Continental de Iglesias y Minería de la que formamos parte como Claretianos de América. Como ocurre desde el nacimiento de esta articulación continental, los claretianos nos sumamos, aportando la experiencia de nuestras comunidades en resistencia, pero también tejiendo la trama colectiva con hermanos de otras expresiones de fe que se posicionan del lado de la VIDA, frente al extractivismo voraz que daña la Casa Común, vulnera derechos de las personas y no contempla la diversidad de cosmovisiones que habitan el Abya Yala.
Cada espacio de encuentro con hermanos que caminan en los territorios junto a otros y otras, nos anima y confirma en una opción en defensa de la Creación que asumimos hace tiempo a la luz del martirio de nuestras comunidades.
Como ocurre en cada espacio de trabajo de la Red, nos acercamos a la realidad de pueblos en lucha y en esta ocasión, en un contexto de alerta para la CONAIE (Consejo Nacional Indígena del Ecuador) conocimos esa dura actualidad desde la mirada del Presidente de la organización indígena nacida en la década del 80, Leónidas Iza, que reflexionó desde la cosmovisión de los pueblos ancestrales y fundamentó la resistencia al extractivismo minero desde el principio de reciprocidad no solo entre seres humanos, sino también para con la madre tierra. Luego del espacio de diálogo con la autoridad indígena, la CONAIE definió la noche del viernes 24, en asamblea de más de 12 horas, declararse en alerta, movilización y retirar a los representantes de la organización de las mesas de diálogo, debido a los incumplimientos por parte del Estado ecuatoriano a la plataforma de acuerdos lograda en junio pasado, luego de 18 días de paro.
La Red Continental de Iglesias y minería se acerca a su aniversario 10, tejiendo esperanza de vida en armonía con la Casa Común y nosotras y nosotros, claretianos de América, hemos asumido como opción preferencial, este compromiso de defensa irrestricta de la Creación, iluminados por el magisterio de Francisco y por una Iglesia sinodal que abraza como gesto de amor mayor, la diversidad de espiritualidades con las que cohabitamos el planeta, hermanados en la defensa de la vida.
Claudia Huircan
Coordinadora del equipo de JPIC
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